viernes, 5 de noviembre de 2010

ARTICULO UNIVERSAL DE DON QUIJOTE

Don Quijote de la Mancha

Personaje de la obra cumbre de la literatura española, escrita por Miguel de Cervantes: El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha.
La novela consta de dos partes. La primera parte fue publicada en 1605 y la segunda en 1615.
Trata de un hidalgo al que los fantasiosos libros de caballerías le animan a resucitar el desaparecido arte de la caballería, para ayudar a los desvalidos y socorrer a los necesitados.
Gestación de la obra
Hay muchas teorías sobre el lugar y el momento en que Cervantes concibió su Quijote y se dispuso a escribirlo. Son muchos los lugares que se atribuyen este honor.
El cervantista Luis Astrana Marín lanza una de las muchas teorías considerando que Cervantes comenzó a idear su obra en la cárcel de Sevilla (Cárcel Real) como un cuento al estilo de las Novelas Ejemplares, que no ampliaría hasta 1604. Ese mismo año en septiembre, obtiene en Valladolid el
Privilegio de impresión por diez años para publicar El Ingenioso Hidalgo de la Mancha

Los editores o libreros
El primero de todos fue Blas de Robles, hijo de Bartolomé de Robles que era también librero de Alcalá. En esta ciudad era fácil hacer fortuna en ese ramo, por la cercana Universidad y sus estudiantes, de manera que acababan extendiendo su negocio a Madrid.
El negocio había sido fundado por Bartolomé de Robles, librero de Alcalá. Este hombre empezó de la nada pero ya su hijo Blas (el primer editor de Cervantes) ganó bastante dinero en Madrid, y su nieto Francisco amplió mucho el negocio y llegó a ser librero de Su Majestad. A Blas de Robles le cedió Cervantes su novela La Galatea (1585), concertando la venta en 1.336 reales de los cuales sólo recibió 1.086. En 1604 la Corte estaba en Valladolid y tras la corte había ido Francisco de Robles que por entonces ya era librero del rey.
La cédula real o privilegio de Felipe III del 26 de septiembre de 1604 autoriza su publicación, concediendo a Miguel de Cervantes licencia y facultad «por tiempo y espacio de diez años, que corran y se cuenten desde el dicho día de la desta nuestra cédula. So pena que la persona o personas que sin tener nuestro poder lo imprimiere o vendiere, o hiciera imprimir o vender, por el mesmo caso pierda la impresión que hiciere, con sus moldes y aparejos della, y más incurra en pena de cincuenta mil maravedises, cada vez que lo contrario hiciera»
Cervantes vendió a este editor Francisco de Robles dicho privilegio para imprimir la primera parte del Quijote, por 10 años. No se sabe en cuánto lo vendió. Lo que si se conoce es el éxito asombroso que tuvo la edición, las ganancias que obtuvo el editor y la pobreza en que siguió permaneciendo su autor.
Pero a partir de esta edición hubo una ruptura entre librero y escritor y entró en escena Juan de Villarroel a quien dio ocho comedias y ocho entremeses. Con este nuevo editor Cervantes se llevó bien; incluso escribió en el prólogo de estas obras que se las pagó razonablemente. Este hombre tenía su negocio en la plazuela del Ángel en Madrid
Los impresores
Placa en homenaje a la edición príncipe de Don Quijote, en la imprenta Juan de la Cuesta
A comienzos de 1605, El ingenioso hidalgo Don Quixote de la Mancha ve la luz por primera vez en los talleres del impresor Juan de la Cuesta (cuyo editor era Francisco de Robles), situados en la calle de Atocha de Madrid. El investigador cervantino Luis Astrana Marín (1889-1959) dice que entre el 25 de febrero y el 11 de abril se anota en los registros de mercaderías un envío desde Sevilla de 85 ejemplares de esta edición príncipe con rumbo a los puertos de América. A los dos meses sale a la luz la segunda edición y es cuando empiezan a circular por Valencia, Aragón y Lisboa publicaciones piratas. Cervantes otorgó poderes para querellarse contra estas ediciones. Según Astrana Marín este suceso tan importante pasó inadvertido entre los cronistas del siglo XIX.
El edificio donde se encontraban los talleres de Juan de la Cuesta era conocido con anterioridad como antiguo Hospitalillo del Carmen; más tarde se le dio el nombre de Editora del Quijote o Imprenta del Quijote. La casa que se halla en el año 2005 en el solar donde estuvo aquella imprenta, en la calle de Atocha de Madrid nº 87 es propiedad de la Sociedad Cervantina de Madrid. Esta sociedad tiene el proyecto de instalar allí un Museo Cervantino, exhibir una imprenta del siglo XVII más una biblioteca especializada en temas de la obra de Cervantes y un local para representaciones teatrales y conferencias. La Sociedad Cervantina se fundó en 1953 y su primer presidente fue Astrana Marín. La actual casa es un antiguo edificio rehabilitado, declarado monumento nacional de carácter histórico-artístico.
El papel que se empleó en esta edición príncipe del Quijote se fabricó en un molino de papel propiedad de los monjes de la cartuja de El Paular, ubicado junto al río Lozoya(Madrid). [1] Poco después de la edición del quijote, en la primera mitad de 1605 salieron para América cientos de ejemplares de la novela. Irving Leonard cuenta cómo doscientos sesenta y dos fueron, a bordo del Espíritu Santo, a México, y que un librero de Alcalá, Juan de Sarriá, remitió a un socio de Lima sesenta bultos de mercancía que viajaron en el Nuestra Señora del Rosario a Cartagena de Indias y de allí a Portobelo, Panamá y El Callao hasta llegar a su destino. Se perdieron en todo el trayecto varios bultos, pero así comenzó el Quijote su andadura americana. Lo que no había conseguido Cervantes, después de sus intentos fallidos de conseguir un destino en las indias, lo lograba su criatura asentándose en el Nuevo Mundo.
Placa ubicada en la casa que ocupa el solar donde estuvo la imprenta de Juan de la Cuesta y donde se editó la segunda parte del Quijote.
La segunda parte de «Don Quijote de la Mancha» se editó en 1615, también en los talleres de Juan de la Cuesta, pero en otra casa ubicada muy cerca en la calle de San Eugenio nº 7, que va desde Atocha a Santa Isabel. En la casa que hay en el año 2005, en el solar donde estuvo la imprenta, hay una placa en homenaje a esa segunda edición.
Ediciones ilustradas del Quijote
La primera edición del Quijote que salió de la imprenta de Juan de la Cuesta en Madrid fue bastante pobre, de papel malo, tipos malos, grandes y desgastados y con unas iniciales muy toscas y manchadas. Cuatro de las 6 siguientes ediciones de ese mismo año de 1605 presentaban en el frontis o cabecera unos grabaditos con escenas sobre el tema caballeresco. Estaban hechos con tacos tipográficos que se guardaban para utilizar en cualquier obra de asunto caballeresco.
Primer grabado
Apareció en Londres hacia el año 1618, en The/History of /Don Quichote/The first parte/Printed for Bloune. El dibujante era un anónimo que representó al don Quijote bien escuálido y a Sancho regordete. Poco tiempo después apareció ese mismo grabado en el frontis de una traducción francesa que hizo Rosset y que publicó en París Iacqves dv Clov, & Denis Moreav. También en Londres hubo una impresión en 1637, con la ilustración de un frontispicio y 12 láminas que van firmadas con las iniciales J.P.
Sobre el tema del Quijote y sin que se trate de ediciones de libros, es importante hacer mención de tres obras bien diferentes:
*  Jean Monier pintó 34 plafones para el palacio de María de Médicis en Chaverny.
*  Entre 1640 y 1670 apareció en París un álbum con 38 grabados de Jacques Lagniet, que se conservan en la Biblioteca Nacional de París.
*  1720 en París. El pintor de cámara de Luis XV, Antonio Coypel, recibió el encargo de pintar 28 cartones que se convertirían en tapices, con el tema del Quijote. Dichos tapices estaban destinados a decorar el castillo palacio de Compiègne, junto al río Oise, en Francia. Este castillo es en el siglo XXI un museo de arte.
En 1648 aparecieron en Francfort 5 láminas anónimas para la edición de Matías Gotzen.
En 1656 se imprime en Dordrecht (Holanda) una versión (la más antigua del país) que muestra 2 frontis y 24 láminas atribuidas a Salomón Savry, hermano o familiar cercano del propio editor, Jacobo Savry. Más tarde, en 1662, se reprodujeron estas mismas láminas en las impresiones de Bruselas y en 1674.
Estas láminas de Salomón Savry salieron también en 1674, en la edición de Andrés García de la Iglesia, en Madrid, cuyo grabado en cobre está hecho por Diego de Obregón. El grabado es bastante malo, (a juzgar por las críticas), pero la importancia está en que Obregón resulta el primer ilustrador español de la novela del Quijote.
En 1731, en Londres, se reprodujeron 22 cartones del pintor de cámara francés Antonio Coypel. Fue una edición en 4 volúmenes. Sus editores fueron J. Walthoe y T. Osborne y su grabador Vander Gucht. Los mismos cartones aparecieron al año siguiente en Francia, muy mal grabados por Bonard. En esta edición iban además otros dibujos de artistas anónimos y otros de Humblot. Las láminas de Coypel llegaron a tener mucha popularidad y en este siglo XVIII ilustraron un gran número de ediciones.
En 1738, Inglaterra tiene el honor de presentar la primera edición de lujo. Lord Carteret mandó imprimir a J. y R. Tomson el Quijote en 4 volúmenes. Lord Carteret convocó un concurso con los mejores pintores ingleses del momento, que realizaron algunas láminas para seleccionar. Ganó el pintor J. Vanderbank mientras se rechazaron otros tan buenos como William Hogarth. La edición salió magnífica, con una buena tipografía, 68 láminas de Vanderbank, 65 de ellas grabadas por Vander Gucht. La obra fue dedicada a la Condesa de Montijo, esposa del embajador español en Londres.
En 1755 el también inglés Hayman ilustró la edición londinense de A. Millar and J. Rivongton. Son 25 grabados de una bien acabada presentación, cuyos dibujos consiguen hacer simpáticos a los protagonistas de la historia.
Primeras ilustraciones españolas
Hasta el siglo XVIII, en 1771, no existen ilustraciones de artistas nacidos en España. En 1674 había salido (en España) la primera edición ilustrada pero con las láminas de Salomón Savry, en la edición de Andrés García de la Iglesia, en Madrid, cuyo grabado en cobre está hecho por Diego de Obregón.
En 1771 el impresor Joaquín Ibarra recibió el encargo de hacer una tirada de la obra del Quijote en 4 volúmenes. El encargo fue hecho por la Real Compañía de Impresores y Libreros del Reyno. El artista José Camarón dibujó 31 láminas y 2 frontis y el grabador (en cobre) fue Manuel Monfort. Los críticos dicen que los dibujos son de poco valor artístico.
En 1780 recibió Ibarra otro encargo, esta vez de la Real Academia Española. En este caso salió a la luz un perfecto y bonito trabajo de tipografía con 31 láminas en las que intervinieron seis dibujantes:
*  Antonio Carnicero (19 dibujos)
*  José del Castillo (7 dibujos)
*  Bernardo Barranco (2 dibujos)
*  José Brunete (1 dibujo)
*  Jerónimo Gil (1 dibujo)
*  Gregorio Ferro (1 dibujo)
Como anécdota puede contarse que en el concurso que hubo para elegir a los dibujantes, uno de los rechazados fue Goya, que había presentado 2 láminas (que se conservan).
Fueron grabados en cobre por Francisco Muntaner, J. Joaquín Fabregat, Fernando Selma, Joaquín Ballester, Manuel Salvador Carmona, Pedro Pascual Moles, Juan Barcelón y Jerónimo A. Gil. Además se añadieron unas bonitas viñetas en cabecera y todo ello se acompañó de un
Mapa de una porción del Reyno de España que comprende los pasages por donde anduvo Don Quijote y los sitios de sus aventuras, dibujado por D. Tomás López, Geógrafo de S.M. según las observaciones hechas sobre el terreno por D. Joseph de Hermosilla, Capitán de Ingenieros.
1782: La real Academia Española edita de nuevo la obra con dibujos de los hermanos Carnicero.
1797: Edición del impresor madrileño Antonio Sancha, con 29 dibujos de los artistas R. Ximeno, Navarro, Camarón y Paret. En el grabado que representa la visita que hizo don Quijote a la imprenta de Barcelona, en la segunda parte, aparece la imagen del impresor Antonio Sancha.
1818: Sale a la luz la cuarta edición de la Real Academia, con 20 láminas de José Rivelles. Cuarta edición de la Academia con 20 láminas de José Rivelles.
1855: En pleno romanticismo, el editor madrileño Francisco de Paula Mellado saca una edición con 48 dibujos de Nanteuil, que son litografías de J. Martínez a varias tintas.
1859: El editor e impresor Tomás Gorchs saca a la luz en Barcelona una edición con muy buenas litografías y 12 acerograbados, siendo los dibujantes pintores destacados de la época.
Hasta aquí lo que se puede considerar como las primeras ilustraciones españolas y hechas en España.

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